Hace algunos meses vi en Facebook un anuncio, decía algo así como: “buscamos jóvenes emprendedores para desarrollar y hacer crecer proyectos de Latinoamérica y El Caribe” este había sido compartido por la embajada norteamericana y llevaba a un link supuestamente avalado por el departamento de estado. ‘Seems legit!’ pensé, le hice bookmark y revisé los requisitos. Aún viviendo de temas relacionados con la comunicación y teniendo gran parte de mi trabajo vinculado a las redes sociales, nunca me había encontrado con una oportunidad como esta en las mismas… ¡Hasta ese momento!
Inicié el proceso de aplicación, que implicaba poner en papel ideas que sólo existían en mi cabeza y, como era de esperarse esto me tomó más tiempo de lo esperado. Entre cosas y cosas fueron pasando los días y, para serte honesta se me olvidó completar los requisitos y no fue hasta el día después de cerrado el plazo que entré a la página web, en un acto de masoquismo puro y me llevé la grata sorpresa de que habían extendido el ‘deadline’.
“Esto ‘tá para mi” pensé, le dediqué todas las noches de la semana siguiente a cumplir todos los requisitos y completé mi aplicación. ¡ALEA IACTA EST! (la suerte está echada), dije al completar la solicitud.
Este es sólo un ejemplo más de como me mueve aquella frase de “tírale a la luna y tumbarás un coco”. ¿Por qué no? ¡Se veía interesante! y honestamente me daba igual si las probabilidades de ganarlo eran bajas.
Pasaron las semanas y recibí un correo que me informaba que era semi finalista y que debía responder la que sería la más difícil entrevista que he hecho en mi vida (y eso, que he trabajado en muchas empresas y proyectos). La completé en medio de mis vacaciones y nuevamente volví al mantra: ¡ALEA IACTA EST!
Me intenté olvidar del tema, pero cuando deseas algo mucho es difícil ignorarlo, así que secretamente entraba a ver si ya habían anunciado a los seleccionados, con la casi certeza de que yo no estaría en la lista pues, si bien es cierto que he trabajado para tener un perfil académico y profesional muy atractivo, al mismo tiempo debo aceptar que mi ego no me permite considerarme entre los mejores de mi hemisferio.
¿La ventaja? Ni mi ego ni yo estábamos como jurados de esta iniciativa y fui seleccionada (ante mi sorpresa y emoción absoluta). Pero, ¿de qué se trata y en qué consistía la experiencia?
La Iniciativa de Jóvenes Líderes de las Américas (YLAI por sus siglas en inglés) es un programa lanzado por la administración del presidente Obama para establecer vínculos entre los “doers and makers” de todo nuestro hemisferio, abrir oportunidades a la juventud a través de la capacitación de emprendedores y líderes de la sociedad civil y de la facilitación de herramientas, redes y recursos necesarios para ayudarles a transformar positivamente sus entornos.
Además de contar con una amplia red digital, YLAI incluye también un programa de ‘Becarios Profesionales’ (“Professional Fellowship”) con el que se pretende acelerar el éxito comercial y social de sus participantes. En la edición 2016, YLAI recibió cerca de unas 10,000 aplicaciones, de las cuales alrededor de 4,000 fueron completadas por individuos de 36 países de América Latina y el Caribe y de éstos sólo 250 personas fueron identificadas como las más talentosas/prometedoras y recibieron la oportunidad de participar de este innovador programa.
Yo, Maricha Martínez Sosa, fundadora de Quemashago.com y Cultoural.com formé parte de este selecto grupo, y junto a Arístides Rubio y Emil Rodríguez fui parte de la delegación de la República Dominicana en esta diversa comunidad (si, yo era la única mujer representando a mi país).
El programa YLAI inició el 4 de octubre de 2016 en Dallas / Texas y finalizó el 12 de noviembre de 2016 en Washington / DC. Dentro de estas fechas todos fuimos colocados por 4 semanas en alguna empresa local para obtener valiosas habilidades de desarrollo profesional e identificar posibilidades a implementar a nivel local, tras nuestro retorno a casa.
En mi caso, fui colocada en una organización de Salt Lake City (Utah) llamada Youthlinc. Esta ONG gestiona desde hace más de una década el trabajo de miles de voluntarios y su acción repercute en más de 6 países y 3 continentes. Allí ayudé a optimizar las estrategias de comunicación, ofrecí ideas creativas para fortalecer la identidad digital de la marca y su relación con la comunidad virtual, mientras pude entender mejor el proceso de reclutamiento y manejo de voluntarios.
Confieso que la mejor parte de mi experiencia fue vivir en carne propia la cultura de Utah, experimentar la vida cotidiana de Salt Lake City mientras hacía nuevos amigos y contactos, y claro, tener el lujo de dejarme fascinar por sus maravillas eco-turísticas y es que después de visitar algunos de los majestuosos destinos naturales de este estado me auto-bauticé “la fan #1 de Utah" pues no sólo me sorprendió la belleza de sus paisajes, sino que me vi obligada a incluir muchos de ellos en mi lista de "lugares a los que tengo que volver”.
La coordinación local del Professional Fellowship, a cargo del Utah Council for Citizen Diplomacy (UCCD) me permitió involucrarme en una amplia cantidad de actividades que fueron desde conocer a un senador de Utah, a la alcaldesa de Salt Lake City, presentar mi proyecto en el Impact Hub local y ser entrevistada en un canal de televisión, hasta participar de foros y eventos de alta relevancia local. Y, en los diferentes encuentros gestionados para la comunidad YLAI y coordinados por el apasionado equipo de Meridian International, se me permitió compartir con emprendedores y diplomáticos con destacados perfiles, entre ellos el reconocido fundador de Virgin Records Richard Branson y la exitosa Nina Vaca, de Pinnacle Group.
YLAI fue creado para abrir puertas y construir puentes que nos permitan hacer realidad nuestros sueños y para demostrarnos que con perseverancia y las herramientas correctas todo emprendimiento es posible.
Tras 6 semanas inmersa en este programa te puedo asegurar que soy otra, que mis ganas de comerme el mundo fueron multiplicadas exponencialmente y que siento que NADA ni NADIE podrá interponerse entre yo y mi misión de mezclar educación y tecnología para llevar a los jóvenes nuevas formas de interactuar y apreciar el valor de su cultura e historia. Hoy más que nunca siento que es necesario ayudarle a nuestra juventud a que conozca su pasado, entienda su presente y en base a esto pueda construir un mejor futuro.
¿Lo mejor de esta experiencia? Me sacó de mi burbuja local y me permitió entrar en un nuevo tipo de burbuja, una inmensa y llena de energía, de ganas de romper con lo establecido y de ¿por qué no? ¡hasta cambiar el mundo!
Si quieres saber más sobre YLAI visita: https://ylai.state.gov/
Si te interesa saber qué otras cosas organiza el UCCD visita: http://utahdiplomacy.org/
Si quieres conocer sobre la organización en la que hice mi fellowship visita: www.youthlinc.org
Y, si lo que quieres es ayudarme en mi misión de comunicación y educación cultural: escríbeme un correo a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. y veamos cómo puedes aportar.