Hoy cumple años Sánchez. Francisco del Rosario Sánchez. El menos recordado de los Padres de la Patria (tal vez porque cometió el error de nacer luego de finalizado el "Mes de la Patria" -nótenme el sarcasmo, por favor-). Prócer y mártir de El Cercado.

 

Así lo recordamos cuando cantamos las letras de Ramón Emilio Jiménez y música de José de Jesús Ravelo: “Tú que juraste morir de hambre/antes que siervo comer un pan/y lo cumpliste cuando tu cuerpo/de muerto herido cayó en San Juan”. Ante la afrenta santanista de 1861, había que reaccionar. Y bueno… allá fue Sánchez a Haití para encabezar una expedición por la soberanía mancillada. 

“Entro por Haití porque no puedo hacerlo por otra parte, más si la maledicencia buscare pretexto para mancillar mi conducta, responderéis a cualquier precio diciendo en alta voz, aunque sin jactancia, que soy la bandera nacional”. 

 

Pero no fue esta la única labor que le ha hecho merecer su puesto en el parnaso patriótico. Nacido un 9 de marzo de 1817 en la villa de Santo Domingo, tuvo a su cargo liderar la resistencia trinitaria cuando Duarte hubo de huir a Saint Thomas para salvar su vida y Mella cayó preso al ser descubierta la trama separatista dentro del movimiento reformista que derrocó a Boyer. 

La historia revela que en esos días Sánchez estuvo enfermo y sus compañeros fingieron su muerte ¡e incluso hasta realizaron una ceremonia de sepelio falsa! Esto le permitió seguir conspirando sin temor a persecuciones. 

Tuvo a su cargo la redacción del manifiesto independentista y le tocó el honor de leerlo la noche del 27 de febrero de 1844, mientras se elevaba por primera vez la bandera dominicana, confeccionada a instancias de Duarte por Concepción Bona. La misma, vale decir, era la haitiana atravesada por una cruz blanca. Aún no se había dado el cambio en los colores a como la conocemos hoy. 

Fue el único de la “tríada” establecida por el decreto de Lilís que murió pasado por las armas (no podemos decir que en combate, porque lo fusilaron por órdenes de Santana). El 1 de junio de 1861, Sánchez penetró a territorio dominicano al frente de una expedición cruzando por Hondo Valle, Vallejuelo y El Cercado donde cayó en una emboscada y fue herido en la ingle. Sánchez y su grupo de rebeldes fueron capturados y trasladados a San Juan de la Maguana, donde fueron juzgados y -a pesar de que Francisco del Rosario intentó exculpar a sus compañeros para que cayera sobre sí toda la culpa- todos fueron condenados a muerte.

En el juicio, Sánchez exclamó:

"Para enarbolar el pabellón dominicano fue necesario derramar la sangre de los Sánchez, para arriarlo se necesita también la de los Sánchez".

Murió fusilado el 4 de julio en el cementerio de San Juan de la Maguana, a los 44 años de edad. Antes de su fusilamiento, pidió ser envuelto en la bandera nacional, cosa que se le concedió. La historia también reseña que, con mucha gallardía, enfrentó a sus ejecutores diciéndoles: "Estoy listo". 

Está enterrado en el mausoleo Altar de la Patria, junto con Duarte y Mella, en el mismo lugar donde proclamó la independencia aquel 27 de febrero.