San José de las Matas es el más extenso municipio de nuestro país (desde la perspectiva territorial) y aunque allí abunda la belleza, si tuviera que elegir las tres principales razones para visitarlo, serían: su flora, sus aguas y su iglesia. Acá te las presento en detalle a ver si, al final de este artículo, concuerdas conmigo.

 

 

Su exuberante flora:

Sajoma es ideal para relajantes y divertidas escapadas entre sus fantásticas montañas, esas que tienen vistas cuyo verdor parece rozar el infinito y aquel característico frescor que nos invita a disfrutar el aire puro, libre de todo el desastre que respiramos aquellos que vivimos en la ciudad. Dormir allí es volver a reencontrarnos con la magia del silencio y despertar ante sus sencillos y a la vez poderosos espectáculos naturales… Lo mejor es que no es necesario pernoctar ni estar en una villa privada para disfrutar de la vista que te describo, de hecho, durante todo el camino podrás encontrarte con fragmentos de ella y, si deseas sentarte un rato a disfrutarla ya sea con un café o con una copa de vino, te recomiendo hacer una parada en un lugar llamado "Mirador de Arte", donde encuentras vistas tan exquisitas como esta, que sirven de muestra de la riqueza natural del municipio en cuestión. 

 

 

Sus aguas: 

La fuerza, pureza, belleza y magia de las aguas de Sajoma es impresionante, por decir lo mínimo. En este municipio priman ríos como el Bao que, además de cumplir la función de ser imprescindibles fuentes de vida, nos ofrecen estampas que son un auténtico deleite para los sentidos. Estar cerca de estas aguas facilita la relajación no solo por su atractivo visual, sino por el estímulo auditivo que nos invita a dejar todo lo malo, negativo y  estresante, irse con la corriente. Lo mejor es que el poder terapéutico de las mismas va más allá de lo sensorial, pues allí se encuentran las únicas fuentes termales que puedes visitar en la República Dominicana. Me refiero a un especial destino ecoturístico basado en el uso sostenible del recurso natural de las fuentes termales, aquel que fue bautizado como "Aguas Calientes" y que está tan bien diseñado, que hasta llegó a representarnos en una bienal del paisaje, realizada en Barcelona.

 

 

Su capilla:

La capilla La Milagrosa de San José de las Matas fue comisionada por una familia, la Ureña Rodríguez, con la visión de aportar un espacio de oración y reflexión a la comunidad de Los Montones. Inaugurada en 2003 y hecha con la mentalidad de mantener una perfecta armonía con el entorno montañés, "La Milagrosa" es hoy un símbolo de San José de las Matas y una parada obligatoria para los turistas que visitan este municipio. Lo que más impacta es que esta iglesia es tan linda y cuidada por dentro, como por fuera, pues su interior está repleto de detalles con significado y de una multiplicidad de elementos que sirven de recordatorio de la fe allí profesada y  van desde los coloridos vitrales a la unión de las ventanas y los espaldares de los asientos. Sin lugar a dudas allí se siente una paz especial que puede ser solo superada por las inmensas ganas de tomarse fotos ante su hermosa fachada.  

 

La última vez que pude disfrutar de estas delicias fue de la mano de Mr. Tours, quienes, junto a Summa Consultores, organizaron un memorable viaje que me inspiró a escribir este artículo, con el que espero haberte convencido de que ya es tiempo de hacer  planes para ir, conocer / re-visitar este destino turístico de la República Dominicana.

 

Creación y corrección de contenido: Umami.do. Fotos: Maricha Martínez Sosa / Gustavo Martínez.