La fértil tierra macorisana brinda una forma distinta de hacer turismo en el Cibao Central. Desde la cosecha en las plantaciones hasta el chocolate como producto terminado, los asistentes a este sendero pasan por todas las fases de la producción, teniendo la oportunidad de incluso participar de las mismas.

 

La sonriente figura de “cacaito” preside la entrada a “La Esmeralda”. Luego de una corta caminata, se llega a “La Esmeralda”, lugar donde se inicia la ruta. Esta haienda, es la primera en ser certificada orgánica del país y es reconocida internacionalmente por producir un cacao de alta calidad.

Doblando a la izquierda, y pasando entre estaciones de secado al sol, las frondosas plantaciones de cacao cierran el paso al calor, creando una temperatura agradable que, junto con las dos o tres asientos de leña que hay -a modo cómplice- en los alrededores, invitan a no querer abandonar el “pequeño refugio”.

Más adelante, los visitantes del “Sendero del Cacao” aprenden cómo se seleccionan y cortan la mazorca de esta fruta, para luego extraer los granos para iniciar un proceso que culmina en uno de los “placeres culposos” más tentadores de este planeta.

Cuando se llega a la hacienda “La Esmeralda” es difícil no comprender qué tipo de emociones específicas sentían los niños de la historia de “Willy Wonka y la Fábrica de Chocolates”. Después de todo, nos encontramos en un espacio en el que se produce un manjar irresistible para casi todo el mundo.

Nuestro país le hace justicia al lema con el que se promueve hacia el exterior: “Inagotable”. Así mismo son las posibilidades de este territorio de 48 mil kilómetros cuadrados. Nuestras atracciones naturales se combinan con aspectos tan particulares de nuestra cultura y brindan una oportunidad única.

Aquí se ubica la experiencia de “el sendero del cacao”. El grupo Rizek, reconocido internacionalmente por la calidad de su cacao orgánico, presenta al público en general una oportunidad de, en pleno Cibao Central, observar en primera línea cómo se hace el chocolate e incluso participar de ese proceso.

Si bien este recorrido es dirigido hacia toda la familia, también se hace igual recomendación hacia empresas interesadas en actividades de motivación para sus empleados, instituciones educativas y, por supuesto, los grupos de turistas.

"El sendero del Cacao" tiene cuatro tipo de excursiones para que los grupos puedan escoger entre la "VIP", "Clásica", "Típica" y "Estudiantil", todas con el común denominador de recorrer el sendero, tener las explicaciones guiadas, disfrutar de una presentación folklórica cultural, conocer el método antiguo de hacer chocolate en pilón, la siembra de una planta de cacao por cada participante y un certificado de plantación. Igualmente se disfruta una degustación de bebidas de chocolate gourmet.

La experiencia enmarca dentro de una actividad conocida como “turismo agrícola”, iniciando formalmente una tendencia que se sigue internacionalmente y que se une a las múltiples opciones turísticas en nuestro país, abriendo las posibilidades turísticas para la zona francomacorisana. 

Pero también, la ubicación geográfica de esta hacienda de los Rizek brinda la oportunidad de ampliar los conocimientos culturales, puesto que se está bien cerca del museo Hermanas Mirabal, de Ojo de Agua, y el Centro León de Santiago. Esto permite continuar la ruta, luego de haber terminado la jornada en el sendero, hacia cualquiera de estos dos destinos.

Al mismo tiempo, está la oportunidad de quedarse en la zona de San Francisco, puesto que también está cercano el hotel Las Caobas, aspecto que permite una opción distinta a las familias y grupos que estén interesados en conocer este pedazo de geografía nuestra.

Se ha creado, según explicaron ejecutivos de la firma, como una forma de promover el conocimiento y la cultura del cacao desde la mazorca hasta su transformación en chocolate en una moderna chocolatería.

El camino hacia la hacienda “La Esmeralda” está bien señalizado, al igual que las distintas estaciones que conforman el sendero.